domingo, 19 de julio de 2020

Capítulo 37 y último.



Toni es un gran apoyo  para Juanfra que desea vengarse de Lidia. Toni lo controla. 
--a nuestros hijos. A Nosotros. A todos nos conviene que las cosas se hagan en paz.
Se divorcia de Lidia de forma pacífica. Ella se queda con la casa a cambio que le deje ver a la niña sin problemas. Toni deja su casa a nombre de su hijo a condición de poder verlo. Como simples amigos Juanfra y Toni alquilan un apartamento juntos pero en realidad la pareja desde ese momento comparte cama. Lo comparte todo.  









Años después...
Juanfra ha sorprendido a Toni con una cena romántica. Se miran con amor, se acarician las manos.
--¿a qué a venido esto? --le pregunta Toni.
Juanfra le sonríe:
--¿porque tiene que venir por algo?
--porque te conozco ¿qué me quieres pedir? 
Toni sonríe mucho, Juanfra es muy amoroso. Los dos están muy felices juntos. Como quien no quiere la cosa, Juanfra dice:
--oye, te propongo una cosa... ¿porque no nos casamos?
--¡estas loco¡ --dice Toni entre incrédulo y feliz.
Juanfra le guiña el ojo:
--es un si?
--si... --susurra Toni emocionado.
La pareja se besa, se abraza muy apasionadamente. Juanfra lo acaricia y con mucho amor le dice:
--por cierto... te quiero.
Estas palabras entra muy a dentro de Toni:
--por fin, nunca me lo has dicho y yo te quiero tanto.
La pareja se acaricia con la mirada, se toma de las manos. Se miran con amor:
--bueno pero te lo he demostrado . has sido el único chico al que no he dejado. Eres el único con el que no he perdido interés tras conseguirlo. Al contrario cada día te necesito más.
Los dos se miran seductores:
--gracias, gracias por todo lo que me has dado en estos años.
--y los que nos quedan.
Los amantes dan unas cuantas vueltas de amor. Luego mientras se visten, Toni le pregunta:
--pero ¿estás preparado para lo que dirán todos?
--lo nuestro es un secreto a voces.
--¿y nuestros hijos?
-¿crees que no lo saben? No son tontos. Ya no son unos niños. Además Lidia vive con una mujer y Carmen cambia de marido como de bragas... Nuestros hijos están acostumbrados a todo.
Aunque los dos tienen algo de miedo de enfrentarse al mundo por su amor están juntos. Eso es lo que les importa. Tomados de la mano salen al mundo dispuestos a no esconderse más...


Emilio es un hombre amargado. Vive sin amor y sin sexo.  En realidad al amor no. Aunque no sospecha que es la pareja de Juanfra, Emilio ve a veces a Toni de lejos hablando con el móvil. Lo ama igual que siempre. Sabe que Juanfra ya no vive con Lidia pero es todo un shock para él ver por la ciudad como una boda más el típico papel con la foto del matrimonio diciendo tal y tal se casan... Nunca le llaman la atención, pero reconoce a Toni. Se queda helado al ver que la persona con la que se casa es Juanfra... Esto es un shock para él...
--¿¿¿que burla es esta??¡

Emilio sufre un ataque de celos al descubrir que sus dos grandes amores van a contraer matrimonio. Asiste a la ceremonia  para interrumpir boda pero los ve tan felices haciendo sus votos matrimoniales tomados de la manos que no se atreve. Se va justo en el momento que se intercaombia los anillos. Los espera en la calle aunque  se queda al margen. Toni y Juanfra se besan. El matrimonio jamás pensó poder ser tan feliz y es que cada día están más  enamorado. Juanfra que siempre jugó con los hombres jamás se imaginó casado con uno. Por su lado Toni al fin ha logrado encontrar un hombre que le dé el equilibrio entre amor y sexo. Salen del ayuntamiento en medio de una lluvia de arroz iniciada por el hijo de Toni, a su lado la hija de Juanfra. Los dos son adolescentes. Se gustan. Toni y Juanfra piensa incluso en que tal vez en un futuro su sangre se una en un nieto algo que les haría mucha ilusión. Emilio siente un gran dolor al ver al matrimonio tan feliz. Toni ve a Emilio. Le duele su dolor. Juanfra y su esposo se acercan a Emilio.
--creo que tenemos que hablar.
Con mucho dolor Emilio dice:
--¿¿y cómo me tengo que tomar que el primer hombre con el que me acosté y el primero que me besó sean matrimonio?
El matrimonio tomado de la mano habla con Emilio. Los tres están ajenos a los invitados. Toni fulmina con la mirada a su marido pero tomado de su mano le dice a Emilio:
--no te queríamos hacer daño. Nos enamoramos. --Toni.
--Eso pasó hace muchos años. El primer hombre en tu vida no fui yo. Estabas borracho y te quedaste dormido. Yo tuve sexo pero no contigo. Todo fue una broma. No creía que le darías tanta importancia --Juanfra.
El saberse a su edad aún virgen es casi tan impactante como la boda. Toni tiene miedo de la mirada de Emilio. 
--por favor, déjanos ser felices. Sé que te hicimos daño. Es hora de olvidar el pasado. Si una vez me quisiste dejame ser feliz --le suplica Toni.
Emilio no tiene ganas de explicar que su único pasado son ellos y su presente, que es virgen, que sólo un hombre lo ha besado. Con mucho dolor le dice a Toni:
--una vez lo dije, anteponia mi felicidad a la tuya. Olvidaos de mí. Sed felices.
--¿estarás bien? --Toni con angustia.
Emilio fuerza una sonrisa
--si claro.
Emilio está algo aturdido. Su Soledad y la ausencia lo consume. Siempre quiso que su primera vez fuera especial, quería que fuera Toni o nadie. Le dolía haber roto su sueño. Ahora resulta que es virgen. Un invitado guapo. De pelo blanco pero muy guapo. Le coquetea.  Es toda una tentación para Emilio. Se va con él y el matrimonio prefieren creer que Emilio estará bien para no estropear su felicidad. Llegan  al hotel. Ambos desean llevar al otro en brazos. Así que entran dos veces para que los dos pueden llevar y ser llevados por el otro en brazos hasta la cama. Luego con felicidad, con muchos te amo hacen el amor. Mientras Emilio rechaza al canoso. Sí. Desea tener una verga en su boca. Sí, no desea ser virgen pero no quiere que un desconocido sea el primero. No quiere que nadie besa sus labios. No quiere que nadie lo toque. Quiere morir tal y como lo dejó Toni. El paso de los años acentúa las arrugas de su rostro, un rostro marcado por la amargura, la amargura de una soledad, de un amor frustrado, una virginidad que lo consume por dentro... Mientras la felicidad de Toni y Juanfra aumenta a la vez que envejecen siempre rodeados de sus hijas, tres niñas chinas que adoptaron  con las que han vivido la dicha de ser una familia de verdad, unas niñas que han aumentado su felicidad siempre teniendo cerca a sus hijos de sangre. 



Varios años después... un anciano deja una rosa blanca en la tumba de Juanfra. La fecha de la lápida marca que murió casi un año antes. Unas lágrimas deslizan por el rostro de ese anciano.
--Gracias por amarme. Has sido el mejor compañero que la vida me haya podido dar.
Han sido 49 años de feliz matrimonio. Toni visita la tumba de su amado justo en sus bodas de oro. Lanza un beso a esa tumba.
--esperame, mi amor .
El anciano entra en un coche. Lo conduce una mujer oriental. Hay varios niños.
-estás seguro papá? Entre las tres te podemos cuidar.
Pero Toni no quiere ser una carga para sus hijos
--estaré bien. Haré amigos. Espero que me visitéis.
Los niños besan a su abuelo. Le prometen que ellos y sus primos irán a verlo mucho. Toni sonríe feliz.  Aún puede valerse por sí mismo pero no quiere vivir solo ni ser una carga.

Toni es muy abierto y hace amigos enseguida en la residencia.  Hay un hombre en el jardín aislado de todos. Va en silla de ruedas. Tiene la mirada perdida.
--Es el loco --le dice un compañero.
--Loco? No estaría aquí si fuera loco.
-Es un amargado. Nadie lo visita y él no habla con nadie. Habla solo. Por lo que he oído esta amargado porque es virgen.
Y se ríe.
--bueno si él así lo decidió... --dice Toni.
--Si siempre ha sido así  de raro y loco no me extraña que sea virgen. Se ve que aún piensa en un chico que amó en el instituto y eso que sólo se besaron. Nunca conoció a nadie después. No sé si ya estaba loco o enloqueció y Soledad y falta de sexo
Toni lo mira inquieto.
--¿Y como se llama?
--Emilio
Toni siente que el corazón le palpita en una mezcla de emoción y culpa.
Se acerca a él. Agarra una silla y se sienta enfrente. Le duele lo que ve. Un hombre acabado. Ausente.
--Emilio. ¿Eres tú?
Emilio conoce esa mirada. Esa sonrisa. Se le ilumina el rostro. Suspira.
--Toni.
Toni le agarra de la mano feliz por la coincidencia.
--¡¡No me o puedo creer¡
Emilio sigue siendo un niño desvalido que busca cariño y protección y nunca lo ha tenido. La efusividad de Toni borra la amargura de Emilio. Toni está muy contento. No había vuelto a saber de él.
--¡¡Que alegría, Emilio¡¡
Toni lo abraza y lo siente temblar como si fuera un adolescente. Nadie lo había vuelto a abrazar. A Toni le duele ver el vacío que hay en el alma de ese hombre pero se da cuenta que él lo llena. Es la primera vez que Emilio sonríe en décadas. Toni se aferra a su mano.
--Perdóname... ahora estoy contigo. No me voy a separar de ti.
Y Toni lo sigue tratando como si fuera su hermano pequeño y es que no lo puede ver de otro modo.  Se miran con emoción y unen sus frentes. Unas lágrimas deslizan por las mejillas de Emilio  y Toni se las seca con sus manos. Le sonríe.  No le ofrece un romance. No es algo que quiera ninguno de los dos pero si esa amistad especial que lleva toda su vida esperando. Se miran con profundidad y se hacen una promesa sin hablar. Acompañarse y estar juntos lo que les quede de vida.
Fin.

Capítulo 36



Juan y Toni salen del hospital. Muy preocupados. En especial Toni que se siente morir.
--me tenía que a ver quedado --Toni.
--no tiene caso, ya su familia está con él.
--Sus padres no..Me ha dado tanta pena sus hermanas, su abuela. Emilio está tan solo..Debe ser duro que tus padres no te quieran, parece que incluso se alegrarían si se muriera.
Juan trata de animar a Toni:
--no digas eso. Emilio se va a poner  bien.
--eso espero. Si Emilio muere por mi culpa no me lo voy a perdonar nunca.
Juan le pone las manos en los hombros a Toni:
--fue un accidente. Nosotros tenemos derecho a acostarnos juntos. Emilio no se tenía que poner así, además ya lo sabía. Casi hacemos un trío...
--pero Emilio es muy impulsivo --dice Toni lloroso-- nunca se sabe por donde va a salir.
--no creo que debas ir esta noche a tu casa¿porque no te quedas conmigo?
Toni siente muchos remordimientos:
--Emilio se está muriendo por que me acuesto contigo. No podría hacerlo en estos momentos.
Juan acaricia a Toni:
--yo no te dije que nos teníamos que acostar. No soy una bestia. Ami Emilio me cae bien. No quiero que se muera ¿crees que yo no me siento responsable de lo que pasó? Me pareció buena idea estar los dos juntos, como amigos, como apoyo.
Toni lo abraza y se van los dos juntos.

Por su lado, la abuela de Emilio (Josefina Echánove) reza en la capilla, está deshecha. Le reza a su Díos con devoción.
--Llevame a mí pero dejalo a él. Si te tienes que llevar a alguien... cambio mi vida por la suya.
Su suplica es sincera. De pronto. La mujer se desploma en el piso. Emilio recobra el conocimiento. Ana es avisada en seguida.
--¿¿que pasó? --pregunta Emilio aturdido.
Ana se alegra de que se haya recuperado pero él se da cuenta que su hermana le oculta algo y se teme lo peor.
:--¿¿y la yaya...?
Por la cara de su hermana se da cuenta que pasó lo peor. Su abuela está muerta. Se llena de rabia y odio hacia Toni. 

La muerte de su abuela provoca un shock en Emilio. Le dan permiso para ir al funeral. Va en silla de ruedas. Pide que lo dejen solo en tu tumba. No se puede creer aún lo que ha pasado. Toni se acerca a él. Emilio lo recibe con odio. Le pone la mano en los hombros. Lo mira con cariño.
--¡¿¿¿qué haces aquí?¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Toni está muy triste. Se pone en cuclillas.
--sólo te quiere decir que lo siento...
Emilio centra su rabia en un puñetazo que tumba a Toni y lleno de odio le dice:
--¡¡no te quiero volver a ver. Te odio, ojalá no te hubiera conocido. Ojala estuvieras muerto¡¡
Los gritos alertan a sus hermanas y los enfermeros y se lo llevan. Emilio se va llorando. Toni frente a la tumba de la abuela de Emilio le pide perdón por todo el daño que le hizo a su nieto.
--yo no quería lastimarlo. Sólo quería ayudarlo.--dice.
Toni siente una gran culpa. Quería ayudar a Emilio y le duele haber destrozado su vida. Con lágrimas en los ojos dice:
--para él hubiera sido mejor no conocerme...

Los primeros años sin su abuela son un infierno para Emilio. Gracias a que lo nombró su heredero universal, Emilio se queda con la casa de su abuela. Se dedica a su trabajo así puede mantenerse. No vuelve a clase. No vuelve a ver a Juan, ni a Toni. Es un gran odio el que siente por los dos. Un odio que esconde una gran frustración por no haber conseguido a ninguno de ellos. Se olvida de relacionarse con la gente. Se queda con esos besos de Toni y el cuerpo desnudo de Juanfra. El amor y el sexo han desaparecido de su vida. A quien ve alguna vez es a Juanfra. Lo ve en la casa que comparte con su esposa, lo ha visto alguna vez en el balcón. A veces sin camisa. Juanfra no lo ha visto. El corazón de Emilio late con fuerza cada vez que pasa por allí. La atracción que le despertara Juanfra sigue viva, en el fondo de su alma sueña que Juanfra se acerca a él, que lo ama, que lo rescata de la vida de dolor que lleva... Son 5 años sin ver a Toni cuando un día se lo encuentra por la calle. Va de negro, con un look muy macarra. Toni no sabe qué hacer. Emilio sólo lo saluda. Pero vibra. Toni le sonríe. En aquel momento Emilio se da cuenta que el rencor ha desaparecido, que el primer amor sigue vivo y sueña con poder resucitarlo.  En los meses siguientes la casualidad hace que ve a Toni alguna vez:  llevando un mueble en la basura, en el mercado, con su hijo Toni siempre lo saluda muy amable pero no pasa de ahí. Emilio siente amor por Toni, también deseo. Le encanta su culo. Hace tantos años que no está con un hombre pero si ha esperado tanto quiere que sea especial. Desea volver a amar, pero tiene claro que tienen que ser Juanfra o Toni. No tiene muy claro a quien de los dos prefiere, por los dos siente algo muy fuerte. Se muere por Toni cada vez que lo ve, pero tiembla cada vez que pasa por casa de Juanfra. Desea tanto verlos a los dos. Sueña que un día será feliz, con uno de los dos. Se masturba pensando en los dos. A veces el culo del uno. A veces el del otro.

Toni y Juanfra no se han vuelto a ver pero siguen pensando el uno en el otro, en sus cuerpos desnudos. Lidia no es feliz a su lado, Juanfra vive  frustrado por no haber logrado a toni, Toni no sabe qué hacer para sacar a carmen de su casa, ésta siempre le dice que si la echa, si él se va. No volverá a ver su hijo. Desea que la mantenga sin trabajar de por vida. Juanfra tiene una niña pequeña con Lidia, es esa pequeña lo unico que ata al matrimonio. La situacion entre las dos parejas es tan tensa que tanto Toni como Juanfra están seguros que sus parejas tienen otro hombre y les ponen un detective privado. Las investigan Juanfra por orgullo y Toni para tener pruebas en contra de Carmen con las que poder sacar a la mujer al fin de su vida sin que ella puede seguir amenazándole con quitarle al niño. A los dos le dan los mismos datos. Juanfra y Toni se encuentran porque saben que sus mujeres están en el mismo lugar.  Es una sorpresa para ambos y un gusto. Les encanta haberse encontrado.
--menuda orgía deben hacer las muy guarras --dice Juanfra.
Toni lleva un fotógrafo, testigos y un notario. Obligan al portero a darles la llave del apartamento en el que están las dos mujeres. Y lo que ven los deja helados a todos. No hay hombres...  Carmen es la persona con la que Lidia engaña a Juanfra, y Lidia con la que Carmen  "engaña" a Toni. Toni y Juanfra están en shock al ver a sus mujeres acostándose juntas. Se hace un gran escándalo, mientras que el fotógrafo  y el notario hacen su trabajo, Carmen tacha a su "marido" de maricón para sorpresa de Juanfra, Toni deja claro a su "esposa" que ella no tiene moral como para juzgarlo y que todo siempre quedó claro entre ellos. Lidia se justifica diciendo que Juanfra ya no la deja satisfecha en la cama..Juanfra se pone como loco. Mataría a Lidia, es Toni el que lo controla. Lo lleva a su casa. El niño está en el colegio. Se siente libre sin Carmen. Juanfra se siente muy herido aunque no olvida el sentimiento que siempre le ha despertado Toni. Tiene miedo del rechazo de Toni pero piensa que no tiene nada que perder  además no puede dejar escapar la oportunidad. No olvida las palabras de Carmen.
--merecerían que les hicieramos lo mismo --Juanfra.
Toni sorprendido. No puede evitar pensar en que lleva muchos años lamentando no haber tenido sexo con ese hombre:
--¿tú te acostarías conmigo solo por vengarte de tu esposa?
--bueno, tampoco sería por eso... --le dice con una sonrisa que derrite a Toni.
Juanfra lo mira con cara de depravado. Son muchos años de frustración, de desearse. Se desnudan como bestias, gozan el uno del cuerpo del otro como verdaderos animales en celo. Ambos quedan en la cama satisfechos. Juanfra pensaba que tal vez al acostarse con Toni perdería el encanto pero éste ha aumentado. Toni se levanta, desnudo. Se empieza a vestir. Desde la cama Juanfra le suplica:
--no te vayas.
Toni no se atreve a mirarlo a los ojos:
--ya no nos volveremos a ver, no?
En realidad eso es algo que a Toni le da mucho pena. Juanfra se levanta totalmente desnudo.
--¿¿porque?¿¿¿es que me vas a dejar?
--tu no eres gay y... --dice Toni triste.
--quien te ha dicho eso.--Juanfra le sonríe.
--¿¿cómo? --aturdido.
--no sabes aquel dia en el instituto en el que nos quedamos en pelotas... --le explica con mirada picara-- me habría acostado contigo en aquel momento pero no quería que nadie supiera que tenia mi lado gay yo...
Toni no lo deja seguir:
--¡¡yo me sentía igual...¡
Juanfra y Toni se abrazan. Esta todo dicho. 




Capítulo 35



Emilio está desesperado. Está dispuesto a lo que sea con tal que Toni no lo saque de su vida y a Toni le despierta mucha compasión pero aunque le duele no quiere atarse a Emilio:
--lo siento  compréndeme. Soy yo el que no quiere estar contigo.
--¿¿pero porqué?¿¿en que fallo? Dime lo que quieres que haga y yo lo hago... --llora Emilio.
Toni lo acaricia con mucha pena:
--Emilio, entre tú y yo jamás pasó nada.
--nos besamos.
Emilio habla con dolor, Toni con ganas de sacárselo de encima:
--lo sé pero no te prometí nada.
Y cómo no sabe como acabar con esto dice:
--me enamoré de una mujer... voy a tener un hijo.
A Toni le preocupa mucho la cara de Emilio que se ha quedado en shock. Si le pinchan no le sale sangre.

Juanfra y Lidia están dando un paseo. La joven está palida. Juanfra le sonríe.
--¿y bien? ya hemos dado una vuelta.¿¿me tienes una respuesta?
--pero tú has pensando bien la locura que me has propuesto? --le pregunta ella impactada.
Juanfra sonríe con ternura:
--llevamos juntos desde niños. No veo porque esperar más...
Lidia lo acaricia en la mejilla:
--yo te amo, ya lo sabes y siempre he soñado con ser tu esposa pero creo que somos demasiado jóvenes.
--¿y entonces?
--que es una locura pero --sonríe-- si tú lo tienes claro yo también.
Los dos se miran contentos.
--¿¿hablas en serio??¡
Lidia se tira a sus brazos:
--¡¡sí me caso contento.¡
Juanfra y Lidia se besan, están contento pero Juanfra no puede evitar una sombra de tristeza en su mirada al pensar en Toni.

Emilio siente una herida en su alma. No puede creer que Toni vaya a ser papá. Se siente en la banco. Está pálido. Toni se asusta.
--¿¿estás bien?¿¿¡quieres un poco de agua??
Emilio mira a Toni con el rostro desencajado por la sorpresa y con la voz rota le dice:
--me engañaste.
--no... no sé como pasó.-dice Toni acariciándole en el brazo muy fraternalmente.
--¿y como entró yo en tus planes? --Emilio con un hilo de voz.
Emilio está muy impresionado. No se imagina a Toni como papá. Toni se ve como papá. Toni acaricia con dulzura las lágrimas de Emilio:
--me gustaría ser tu amigo pero no puede ser porque tú eres demasiado dependiente. Debes acostumbrarte a vivir por ti, no por los demás o vas a sufrir mucho..
--¡¡jamás sufriré más de lo que tú me estás haciendo sufrir¡
Emilio es la imagen del dolor y la desolación y a Toni le duele pero sabe que aún lo lastimaria más si deja que se haga más ilusiones con él.
--te juro que yo lo que quería es que estuvieras contigo pero no te puedo dar lo que tú esperas de mi.
--¡¡yo no espero más que estés a mi lado¡ ¡¡sin ti no sabría vivir¡
Emilio le habla con desesperación. Toni con compasión.
--¿quieres hacer algo por mi? estudia, sé alguien. Que cuando nos volvamos a ver seas alguien de provecho.
--¿¿de que me sirve si no estás tú? --llora Emilio ,que aunque sabía que esto iba a pasar, se le hace muy duro vivir sin Toni.
--pero te tienes a ti, tienes a tu abuela. Rso es lo más importante.--dice Toni fraternalmente.
--¡¡pero yo te quiero a ti¡ --solloza Emilio.
--No le puedo hacer esto a mi hijo, a ti. Lo mejor es que esta historia acabe aquí.
--te odio. --le dice Emilio con un gran dolor y sale corriendo.
Toni quisiera ayudarlo, lo mira con pena.
--espero que pueda salir solo.

Mientras Emilio sobre su cama se desangra de tanto llorar por su amor perdido, mientras llora recordando esos besos, ese amor de sueño pero incompleto, Toni siente que se ha sacado un peso de encima. Llaman al timbre. Va a abrir. Es Carmen con sus maletas. Él la mira incrédulo.
--¿y esto?
--Mi padre me he echado de casa al saber que estoy preñada así que a partir de hoy vivo contigo.
Toni se lleva las manos a la cabeza:
--¿¿¡no me puedes pedir eso??¡
--¿y vas a permitir que tu hijo se quede en la calle hasta que nazca?
Toni se derrumba en el sofá:
--de acuerdo, viviremos juntos hasta que tú encuentres dónde ir pero solo nos une nuestro hijo. Tú en tu cama y yo en el mío... yo dormiré en el sofá.
Toni habla con dureza, a Carmen sólo le interesa que la mantengan. Toni deja a Carmen en su nueva casa y él se va porque siente que se ahoga.


Semanas después, Emilio comienza el nuevo curso. Está bastante triste. Sin ilusión. De hecho no sabe bien porque se ha vuelto a matricular. Continua teniendo trabajo los fines de semana y lo único que le ha motivo a no dejar las clases es el miedo al aburrimiento. Toni no pasa por su mejor momento. Carmen no piensa moverse de su casa y la convivencia con ella, todo y que trata de evitarla, es bastante dura. Por su parte, a unos días de comienzo de curso, la presencia de Juan lo ilumina todo. Aunque está triste por su fracaso por Juan, tener en frente a un hombre como Juan alivia todas sus penas. No esperaba verlo a él. Juan se acerca a Emilio muy simpático.
--miralo... ¿¿que tal?
Y le extiende la mano. Emilio jamás pensó que llegaría a tocar la mano de ese chico tan guapo. Piensa en aquel día en el que se pudo acostar con él. Para sexo no pero una buena mamada sí que se la haría.
--¿te sientas con alguien? --le pregunta Juan.
Emilo hace que no con la cabeza.
--pues ahora sí.
Juan se sienta al lado de Emilio. La presencia del guapísimo chico ayuda a Emilio a animarse.
--¿me puedes dejar el horario?
--si claro.
--te hace falta o me lo puedo quedar.
--No, quédatelo, yo me lo sé de memoria.
--¿seguro?
--si, si.
Y en realidad a Emilio le encanta que el guapo Juan se quede con su horario pero luego piensa que tendrá que pedírselo a otro porque no era cierto que se lo sepa de memoria. Juan va de oyente.
--como Toni--piensa Emilio triste.
 Juan no va mucho a clase pero siempre al lado de Emilio lo que es una alegría para Emilio. No piensa volver a enamorarse pero Juan resucita a cualquiera. Emilio saber perfectamente que si Juan le dijera algo caería redondo a sus pies. Cada vez que lo ve desea mamársela con todas sus fuerzas. Con la perfecta vista que le ofrece Juan de su cuerpo casi a diario van pasando las semanas. Piensa mucho en Juanfra, a él no lo ve. Sí a Lidia, ya que el piso que compra la pareja está cerca de su barrio. Emilio siente celos al pensar que van a vivir juntos. También un día ve de lejos a Toni en el bar que hay al lado del instituto. Pese a que quería odiarlo lo ama como siempre. Le duele que Toni no se haya molestado en ir al instituto. Le duele que el chico que ama no piense en él, que lo haya olvidado.

Es el mes de diciembre. Juan y Emilio tiene por costumbre hablar de todo y de nada entre clase y clase.
--vas a venir a la cena mañana? --Juan.
--¿¿qué cena?
--No te han dicho? mañana hay una cena para todos los del año pasado... ¿no sabías?
El corazón de Emilio late con fuerza. Es una oportunidad de volver a ver a Toni... a Juanfra. Aunque su corazón vibra por el primero, aunque Juan le gusta mucho, Juanfra ocupa un lugar en su corazón.


Emilio llega al restaurante con emocion. Kylian ha sido el primero en llegar. Luego llegan tres chicas, dos de las que más hablaron con Emilio. Juan es el último. Es un consuelo para Emilio pues pese a que 30 había confirmado su asistencia, entre ellos Toni, solo son seis. Emilio se apresura al sentarse al lado de Juan. Kylian delante. Juan y Kylian se la pasan hablando entre ellos toda la noche. Aunque está feliz al lado de Juan, incluso como el guapo Juan pide un plato que le resulta extraño a Emilio le da de probar Emilio está triste porque echa de menos a Toni.
--¿¿porqué tan callado? --le pregunta Juan que normalmente Emilio habla más con él.
--es que no tengo nada que decir.
A Emilio le gustaría estar con Toni o en todo caso a solas con el guapo Juan. Juan se levanta. Emilio oye que pregunta por el lavabo. Nadie le hace caso así que piensa que es su oportunidad. Almenos verle la trompa al guapo Juan sería una buena alegría. Juan se sorprende al encontrarse a Toni.
--no sabía que estabas aquí.
Juan y Toni se ponen a hacer pis el uno al lado del otro.
--llegué hace un rato. No me atrevía a entrar.
--¿es por Emilio?
--sí.
--En realidad ya casi acabamos.¿porqué no nos vamos juntos? ¿no te apetece echar un polvo conmigo?
Los dos se miran seductores.
--ya sabes que me encanta acostarme contigo --le dice Toni.
Los dos amantes no se habían dado cuenta que Emilio estaba ya dentro y lo ha escuchado todo. Le duele mucho que su gran amor lo rechazara a él pero se siga acostando con Juan.
--¿¿¡¡con él sí y conmigo no?? ¿¿¡¡con él sí te puedes acostar pese a tu hijo y conmigo no puedes ser ni mi amigo??
Toni se guarda la verga mojándose todo.
--¡¡Emilio, te lo puedo explicar¡
Emilio mira a los dos chicos con rabia. Sale corriendo. Toni sale detrás de él.
--¡¡Emilio, no seas loco¡
Juan se la sacude y sale del baño a toda prisa, se sube la cremallera en la carrera. A Emilio le duele que Toni se siga acostándose con hombres, precisamente con Juan que es el único consuelo que tiene. Le parece una burla. Pese a que Juan y Toni tratan de alcanzarlo, Emilio sale del restaurante.
--¡¡cuidado, Emilio¡¡ --grita Toni al ver que el chico cruza la carretera sin mirar.
Ante los horrorizados ojos de Toni y Juan un coche arrolla a Emilio dejándolo tirado sin conocimiento en medio de un lago de sangre. Los dos se llevan las manos a la cabeza angustiados. Mientras Juan va a pedir ayuda, Toni corre a acercarse a Emilio.

Capítulo 34


Y el "afortunado" es...Toni.
Toni llora. Se derrumba al descubrir que él es el padre del hijo de Carmen.
--¿¿porqué yo??
Toni está totalmente destruido.  Kylian y Juan lo apoyan.  Cada uno de un lado le pone la mano en los hombros. Lo mira con mucha compasión  porque saben perfectamente lo duro que es para él esa necesita ya que a ellos se les ponía la carne de gallina al pensar que ese hijo que llegará en pocos meses pueda ser suyo.  Los otros cinco celebran la noticia, miran al abatido Toni risueños y se van. Carmen se guarda el sobre. Mira a Toni con frialdad y le dice antes de irse:
--sabrás de mi.
Toni siente que su vida ha acabado... Juan y Kylian lo quieren apoyar...
--vamos a tomar algo... los tres juntos--le dice Kylian.
Juan dice:
--es que yo quiero ver  mi novia.
Juan se ha sacado un peso de encima y quiere celebrarlo con su novia. Aunque a Toni le da un poco de rabia que después de los días que han pasado Juan pase de él tampoco es algo que le sorprenda. Toni no quiere ser una carga y se va solo.
--no creo que sea oportuno --le dice Kylian.
Muy triste, Toni dice:
--es la vida que me ha tocado vivir, me tengo que acostumbrar.
Toni se va resignado. No sabe qué es lo que va a hacer con su vida. Precisamente se encuentra con una tienda de ropa de bebé. Sabe que el bebé no tiene la culpa de nada, pero le da mucha rabia tener que cargar con un hijo por algo de lo que él no tuvo la culpa. Apoya la cabeza contra los cristales:
--¿¿y ahora que voy a hacer??
Camina como un zombie. De pronto algo hace que su cara se le ilumine. Juanfra viene hacia él con una amplia sonrisa, con un look muy playero. Unos pantalones cortos que le remarcan un culo precioso, unos muy buenos genitales. Además con una camisa muy ceñida al cuerpo. Al verlo se le olvidan todas sus angustias. Aunque fisícamente le atrae, no sabe porque pero lo siente diferente que con Juan. Los dos se miran con intensidad. Se gustan.
--¿¿que tal?





La sonrisa seductora de Juanfra derrite a Toni. Éste se encuentra demasiado mal como para fingir. Juanfra lee el deseo en él y es algo que le sorprende, que le gusta aunque no se lo esperaba. Aunque siempre lo deseó nunca pensó que Toni pudiera tener su lado gay. A Toni le asusta la cara de sorpresa de Juanfra. No se da cuenta que Juanfra lo que desea es llevárselo a la cama en ese mismo instante. Aunque está seguro que no se equivoca, aunque nunca le tembló el pulso para conseguir lo que desea, no sabe porque pero con Toni no encuentra las palabras justas para abordarlo. Toni tiene miedo de haber ofendido a Juanfra. Con el hijo de Carmen en camino lo que menos le interesa es que ahora Juanfra le haga un escándalo al descubrir que es gay.  Así que lo único que se le ocurre decir es:
--voy a ser papá.
Toni trata de mostrar alegría. Este anuncio ha atravesado el alma de Juanfra como si fuera un puña. Es una noticia que duele a Juanfra, se rompe sus esperanzas de tener nada con él. Juanfra tiene que disimular que esa noticia le produce dolor, que se queire llevar a la cama al futuro papá.
--felicitaciones.
Los dos se miran con intensidad. La mirada del uno golpea el alma del otro. No sabe qué hacer. Juanfra lo abraza. El uno se estremece en brazos del otro. Ninguno de los dos tiene muy claro lo que está sintiendo pero no están dispuestos a averiguarlo porque les da demasiado miedo las consecuencias. Y Juanfra le devuelve la noticia, no quiere ser menos que él:
--sabes... me caso.
Y los dos amigos se desean felicidad pero con una cara que dice que  lo que sus cuerpos desean es acostarse juntos. Les gusta estar juntos pero también les lastima porque la mirada del uno abrasa al otro, porque les cuesta mucho frustrar que se gustan. De nuevo se abrazan y es que ambos quieren sentir de nuevo el placer de tocarse, de sentir el cuerpo del otro, es un placer que también duele.
--nos vemos... que te vaya bien.
--gracias que te vaya bien.
Son unos deseos aunque sinceros pero tristes porque no se quieren separar. Se van cada uno por su lado. Juanfra es el primero que se gira. Lo mira con pena, con deseo. Le gusta y mucho.
--es una lástima.
Está un buen rato mirándolo con la esperanza que Toni se gira pero no lo hace. Al llegar a la esquina es cuando Toni se gira, necesita mirarlo por última vez. Ve desaparecer su culo, ese culo que lo llena de deseo.
--es una lástima.


Aunque no está seguro que Juanfra de ser gay le pudiera dar algo más que sexo, a Toni le da pena no poder comprobarlo. Va a su casa. Se da una ducha. LLora pensando en Juanfra, en ese hijo con el que no sabe que hacer. Sale de la ducha totalmente desnudo. Tiene el teléfono de Emilio sobre la mesa. Sabe que lo tiene que llamar, que Emilio se merece una explicación pero le da demasiada flojera porque lo que menos quiere ahora es a su lado una persona tan dependiente como Emilio. Sólo de pensarlo le agovio. Mientras Juanfra sale de la ducha. Muy triste. Piensa en Toni. Constantemente recuerda lo que gozó de su cuerpo desnudo y le duele tener que quedarse con las ganas. Aunque está seguro que es sólo algo físico que pasaría al punto que se acostara con él algo que ya sabe que no pasara y le duele Juanfra no puede evitar que los celos lo consuman porque Toni será papá. Es la primera vez que un chico que le gusta tanto se le niega y no le gusta. No lo acepta pero sabe que no le toca de otra. Está seguro que Toni nunca se acostaría con un hombre y tampoco quiere hacer algo que lo delate, no quiere que se vaya a extender el rumor que tiene un lado gay. Se viste, se pone muy guapo. Se perfume. Luce muy atractivo.  Lidia casi se desmaya al verlo. Le gusta mucho. Lo ama. LO abraza, se agarra a ese trasero que la enloquece y lo besa con pasión. Juanfra la mira con su mejor sonrisa. La acaricia mientras le dice:
--escuchame bien.. sé que te parecerá una locura pero... ¿¿te quieres casar conmigo?
Esta petición ha tomado de imprevisto a Lidia. Todo se esperaba menos esto.
--¿¿qué dijiste?
Juanfra necesita aferrarse a ella para que no le duele tanto la frustración de no haberse acostado con Toni. Lidia está perpleja. Nunca pensó como algo real casarse con Juanfra en un futuro cercano.


Emilio está triste en su cama. Cuando no trabaja pasa las horas en la cama, sin hacer nada. Con unos recuerdos de Juanfra y Toni que le gustan y le lastiman. Su abuela le dice que tiene una llamada.
--¿¿para mí?
Emilio esta sorprendido. Jamás nadie lo ha llamado.
--sí?
En su voz se nota la sorpresa que alguien lo esté llamando. No imagina quien puede ser. La voz de Toni suena del otro lado.
--soy Toni... ¿nos podemos ver?
No hay rencor, hay amor. Emilio salta de una pata.
--¡¡si, ahora voy para tu casa.¡
Toni tiene ganas de caminar. Se encontrarán a mitad de camino.  Toni ha notado a Emilio demasiado entusiasmado. A éste ya se le ha olvidado que Toni se fue sin decirle nada, Toni está nervioso. Sabe que será dura la ruptura y es algo que no le apetece pero que tiene que hacer. Toni ha preferido citarse con Emilio en la calle para que éste se controlo un poco. No le apetece tener que besarlo. También confía que así Emilio se controle. Aunque luego se arrepiente, Emilio es demasiado impulsivo. A medida que Toni se va acercando al lugar del encuentro su miedo va en aumento. Nada más verlo Emilio se le tira en los brazos.
--mi amor... --le grita.
Toni en seguida se lo saca de encima.
--¡¡estamos en un lugar público... o te controlas o me voy¡ --dice Toni con un tono de voz duro.
Emilio lo mira lloroso:
--yo te he echado de menos... hubiera preferido  verte a solas.
Toni le toma de la mano. Siente compasión por él pero tiene demasiado problemas como para sumarles Emilio. Se sienta en un banco.
--¿qué tal te fueron los examenes?
--No me presenté.
Toni lo mira regañón:
--¿y eso? estudiaste duro.
--sin ti no tenía sentido --le reprocha.
--a mí no me hagas responsable de tus actos --le regaña Toni-- no tenía ninguna obligación contigo. No me hagas lamentar haberte metido en mi vida.
Esto es un duro golpe para Emilio.
--¡¡no me puedes decir esto¡
--Emilio --le dice Toni fraternal-- tú no eres lo que yo necesito... No puedo cuidarte como si fueras un niño chico que parece que  es lo que tú buscas en un hombre... Para niños tengo a mis sobrinos.
--eres injusto. Me dejaste --le dice Emilio lloroso.
--Lo sé, pero es que tú quieres cosas de mí que yo nunca te voy a poder dar --le dice Toni muy incómodo y con ganas de acabar con ese trance.
Emilio se desespera:
--¡no me dejes... yo quiero estar contigo... yo haré lo que sea¡
Toni siente vergüenza porque hay gente que los está mirando.
--Emilio, comportate o me voy...
Emilio llora:
--¡¡no me puedes dejar¡
Toni se levanta con la intención de irse pero Emilio lo abraza. Se aferra a él:
--¡¡no me dejes... haré lo que me digas, no me dejes¡
Toni está muy impresionado por la suplica de Emilio que está incluso dispuesto a pedírselo de rodillas. Toni siente mucha pena de él. Le duele dejarlo.

Capítulo 33









Sin despedirse de nadie y como a los dos en el trabajo les deben vacaciones, Toni y Juan se van los dos juntos. Se van en la moto del segundo. Abrazado a él, Toni se olvida del resto del mundo. No es lo que quiere en su vida pero sí es el apoyo que necesita.  Cuando están ya bastante lejos, cuando Juan ya se cansó de hacer kilómetros aparcan en un motel. Se duchan los dos juntos. A ambos les encanta ver el cuerpo del otro mojado, deslizando jabón. Luego vuelven a fornicar, una y otra vez cuando están tan cansado que se quedan dormido el uno en brazos del otro.  Toni se ha olvidado totalmente de Emilio que no puede dormir porque sabe que el día siguiente es muy importante para él. Algo le dice que no volverá a ver a Toni y está deseando que llegue el nuevo día con la esperanza que no sea cierto. Y así que mientras que Toni duerme bien relajado después de pasar un muy buen rato con el cuerpo del guapísimo Juan. Pero su subconsciente lo traiciona...  Está en alta mar. Está con Emilio. Los dos en bañador. Los dos muy contentos en especial Emilio que se debate entre el deseo y el amor. A solas en el mar Emilio grita:
--¡¡te amo, que el mar se entere...¡¡ ¡¡que todo el mundo se entero¡ ¡¡¡te amo, te amo Toni Álvarez¡
Toni lo abraza por la espalda. Está muy contento.
--me alegro que te gustara mi regalo
Emilio tiembla al estar entre sus brazos.
--nunca olvidaré ese dia.
Toni se pone en frente de él. Lo acaricia.
--no sé si podremos seguir juntos. He querido regalarte este momento para que no me recuerdes con odio.
Emilio lo besa. Lo mira muy enamorado:
--tú has cumplido mi sueño.
Toni lo acaricia:
--me prometes que si nos tenemos que separar estarás bien?
Toni habla con mucha dulzura, Emilio lo mira enamorado:
--lo que me has dado en estos días nunca lo olvidaré. Cuando esté triste pensaré en ti y eso me hará feliz.
Toni lo acaricia satisfecho:
--pero no es el final aún., nos queda todo un día...
Toni mira pícaro a Emilio, éste queda en shock al ver desnudo a su amado. A Toni le encanta la manera en la que Emilio lo mira, como si jamás hubiera visto a un hombre desnudo.
--Ni que fueras virgen.
--Nunca había estado con nadie... La mamé mucho porque es algo que me encanta pero hacer el amor... era algo que sólo quería hacer contigo... --dice Emilio excitado.
Toni se le acerca coqueto:
--¿y si querías hacer el amor conmigo?¿porque no diste tú el primer paso?
Toni siente el deseo de Emilio por su cuerpo desnudo cmo si fuera real.
--en realidad lo único que si tenía ganas de hacer era de mamártela  lo otro era secundaria...
Toni lo mira picaro:
--pues soy todo tuyo.
Emili se arrodilla ante Toni. Le parece increible que se vaya a meter en la boca la gran lanza del chico que ha idolatrada durante meses. A las primeras caricias orales de Emilio a él, Toni se despiera sofocado. Ve a Juan dormido a su lado.
--¡¡mierda, Emilio¡
Toni se lleva las manos a la cabeza. Se había olvidado de él. Se levanta de la cama, totalmente desnudo. Siente pena por Emilio. Le duele pensar en la cara que se le va a quedar él cuando vaya a buscarlo y sepa que no está.
--¡¡maldita sea¡


En esos momentos lo único que siente por Emilio es compasión. Emilio se ha convertido en una carga para él.
--ojala nunca te hubiera metido en mi vida.
Trata de recordar el teléfono de Emilio. Le gustaría avisarlo para que almenos no le tome tan de sorpresa pero es que ni siquiera sabe su apellido, su dirección. Sólo el teléfono que ni siquiera sabe dónde lo guardó. Le da pena hacer sufrir a Emilio pero le gusta mucho Juan, aunque sabe que es algo fugaz, sólo porque se necesitan, con la angustia que está sintiendo en ese momento no es Emilio la compañia que le interesa sino la de Juan. Así que sintiéndolo mucho por él será egoista. Se aferra mucho al cuerpo desnudo de Juan,  Sabe que Juan es en esos momentos el único con le puede hacer olvidar de todo. De todo no... En esos momentos de angustia piensa en Juanfra. En el cuerpo desnudo de él, En esa ducha que compartieron.
--¿¿qué habría sido de él? --pregunta con una sonrisa melancólica.
Toni está seguro que Juanfra no es gay y que nunca su sueño con él se podría realizar. ASí que resignado se consuela con lo que tiene y logra quedarse dormido. Ni Juanfra ni Toni ni sospecharían lo compenetrados que están. Juanfra ha vivido un momento de orgía con cuatro  guapos desconocidos. Aunque lo ha disfrutado, mientras se viste no puede evitar sentir una sensación de vacío. Piensa en Toni. En el cuerpo desnudo de él, En esa ducha que compartieron.
--¿¿qué habría sido de él? --pregunta con una sonrisa melancólica.
Juanfra  está seguro que Toni no es gay y que nunca su sueño con él se podría realizar. ASí que resignado se acaba de vestir. Lo espera una vida superficial. Una novia para guardar las apariencias y sexo con cualquier guapo que se le cruza en su camino y que luego ni recuerda su rostro.





Por fin amanece aunque Emilio no ha dormido. Pasa a casa de Toni aunque tiene que ir a trabajar. No puede esperar. Tiene un mal pálpito, aunque no le sorprende siente un gran dolor cuando le dicen que Toni se fue de viaje. No entiende nada, sólo que su amado le fallé. Siente que algo se le muere por dentro. Pasa el día en shock, se refugia en su trabajo. Luego sí a solas en su cuarto llora. El mundo se le cae encima. Su abuela ha salido a comprar, así que con mucho dolor, agarra esos apuntes que ha hecho con Toni, sus libros... Los tira a la bañera. Vacía en ellos una botella de alcohol y luego tira una cerilla. Todo arde en cuestión de segundos. Mira ese fuego que consume sus ilusiones también siente que poco a poco su dolor. Luego recoge las cenizas. Esta un poco más tranquilo. No se presentará a septiembre, quiere que Toni sepa que lo odia y que no quiere hacer nada que le recuerde a él, aunque lo lleva demasiado a dentro. Incluso en esos momentos piensa en dejar el instituto pero no sabría que hacer. Piensa que empezar de nuevo olvidando el año anterior es la mejor manera de demostrarle a Toni que lo odia, que no le importa lo que le ha hecho. Guarda las fotos que tiene enmarcada, es mucho su dolor. Un dolor por un chico al que ha amado, al que ha besado pero no ha amado de forma completa. Le duele saber que a Toni ni le importó dejarlo sin despedirse. Tiene sangre en los ojos, no quiere llorar, quiere empezar de nuevo, vivir de sus estudios y pensando sólo en él y su abuela.

Días después, Toni y Juan han vividos días y noche de fornicación a todas horas. Se la han pasado bien. Juan iba llamando a su casa. Tiene el recado de Carmen. Ya están los resultados. Tienen que volver. Los dos amantes están desnudos. Se han duchado juntos y estan recogiendo sus cosas. Aunque sabe que es muy posible que después de ese día no se vuelvan a ver, a Toni le ha gustado compartir ese momento de angustia con él. Ninguno de los dos quiere pensar en eso pero es algo que a ambos les aterra.
--¿te has planteado que va a pasar si tú eres el padre? --Toni.
Juan lo mira horrorizado.
--¡¡ni lo digas¡
Ambos en silencio van recogiendo sus cosas. Luego con bastante miedo, porque es algo que ninguno desea para el otro, Juan le pregunta:
--¿y tú?
--¡¡me muero... ¡¡yo soy gay cien por cien¡¡ ¡¡ni loco pensé ser papá¡ --Toni con desesperación.
--yo si quiero ser papá... pero de un hijo con mi novia.
Juan y Toni se apoyan mútuamente. Juan lo acaricia:
--venga que la hemos pasado de puta madre como para angustiarnos por eso. --Juan.
Toni le sonríe pero no puede evitar angustiarse. Juan lo abraza:
--seguro que ninguno de los dos será el padre. Es casi imposible.
A Toni le relaja mirarse en esos ojos de mar que tiene Juan. Ambos se animan mutuamente.


Por otro lado, Emilio está dando una vuelta por el centro. Aunque quiere olvidarlo no sabe si regresó. En el fondo desea encontrarlo en la calle porque lo que si tiene claro es que no tomará la iniciativa. De repente su corazón va a mil. Reconoce ese culo. Es el de Juanfra. Esta un poco más allá. Con esa enorme bolsa de deporte. La alegría que le produce, el deseo que siente por él lo aturde porque hasta hace un rato estaba sufriendo por Toni y ahora va detrás del culo de Juanfra. Está deseando alcanzarlo. Piensa en su cuerpo desnudo. En su verga en su boca. Ese macho lo desvirgó supuestamente  y no lo recuerda. Juanfra va delante de él, no lo alcanza. Emilio piensa en llamarlo pero casi han sido enemigos y no se atreve. Le duele no haberlo visto de cara. Aunque no quiere saber de los hombres piensa pícaro que con Juanfra haría una excepción. Al llegar a casa se masturba pensando en Juanfra. En esa verga en su boca. Se muere por tenerla en su boca. Por acabar el trabajo. No es virgen supuestamente pero le gustaría saber lo que se siente cuando una verga entra en tu culo. Y Juanfra le gusta mucho para eso. Si fuera virgen no se lo plantearía pero ya que no lo es pues repetirlo pero estando consciente.

A la mañana siguiente, los ocho guapos que han compartido cama con Carmen en las últimas semanas están apunto de escuchar lo que es para todos su sentencia de muerte. Kylian, Juan y Toni se agarran las manos deseando que el padre esté en los otros cinco. Juan y Toni se miran con complicidad. Carmen está tranquila. Le da igual quien sea, sea el que sea lo obligará a solucionarle la vida. Ellos lo saben y pero eso lo sienten como una condena, al que le toque tendrá que cargar con Carmen. Los nervios los mata mientras que el doctor lee los resultados. Y el "afortunado" es...