sábado, 18 de julio de 2020

Capítulo 26









Emilio está muy nervioso en su casa. Mira la foto de Toni. No puede creer que lo que esté viviendo sea cierto, no puede creer que justo cuando ya creía que su historia con Toni era algo del pasado ésta continue con más fuerza que nunca. Está muy nervioso:
--¿¿ya habrá visto la carta?
Nunca pensó que se atrevería a entregar esa carta en la que le confiesa a Toni todo el amor, toda la angustia, toda la decepción que le hace sentir. Toni llega a su casa. Está algo cansado. Se desnuda, se tumba en la cama. Se da cuenta que hay un papel. Piensa que será algo que se le olvidó a Emilio pero se da cuenta que lleva escrito "para Toni". Se levanta sorprendido. Mira incrédulo que es una carta de amor dirigida a él:
--No me lo puedo creer...
Aunque en un primer momento le molesta ese gesto tan infantil de Emilio, también le llena de ternura. Le gusta descubrir a un chico enamorado, pero no le gusta que sea   un chico que está dependiendo de él, a un chico que espera que sea él quien dé el primer paso, un chico que se toma demasiado en serio todo lo que Toni hace para bien  y para mal. Le emocionan frases como "no es un chico como los demás, es especial... Lo amo por lo que es por dentro... No por su físico...Me moría de celos cada vez que hablabas con alguien, sentía que algo me desgarraba el alma cuando sentía que me odiabas, muchas veces tus comentarios me hacian sentir mal y me daba miedo dirigirme a ti. Cuando me decías algo o me guiñabas el ojo sentía que mi corazón iba a explotar " También Emilio le explica lo mal que se sintió después que Toni le propusiera sexo: "yo siempre soñé que mi primera vez sería especial, que sería contigo..No recuerdo como fue mi primera vez porque estaba demasiado borracho, pero no soy un depravado. Nunca había hecho lo que me propusisteisy aunque Juan me gusta mucho era por ti, porque quería estar contigo.Por estar a tu lado hubiera hecho lo que fuera, por estar a tu lado me acostaría con otro, pero sólo por estar a tu lado. Te juro que para mí fue mucho más importante haber estado contigo en aquel bar o cuando me demostraste tu amistad al dejarme tu casa que  si nos hubieramos acostado esa noche. Aunque me dolió tu burla estoy contento que no pasara nada porque no manché lo más puro de mi vida. Es un amor que me llena de alegría pero también me produce pena porque lo tuve que callar, un amor que nunca me atreví a gritarle a la cara pero quería que lo supieras porque ha sido lo mejor de mi vida y aunque sé que es mucho pedir, que tú estás demasiado alto para mí mi mayor deseo es que seas mío. Eres un ser maravilloso, increible. Nunca había conocido a nadie como tú, por todas estas cosas... te amo. Emilio"
Con esa carta en las manos, Toni se ha quedado perplejo:
--¿y que se supone que tengo que hacer con esto?
Toni siente compasion por Emilio. No le gusta ese afán tuyo en idolatrarlo, en sentir dependencia de él aunque si es cierto que lo conmueve y le da pena seguir ignorándolo. Toni se siente confundido:
--¿es que no se puede enamorar nadie de mí? ¿es que sólo hay salidos que piensan exclusivamente en el sexo o chicos como Emilio que aún es un niño y no está preparado para el amor?
Toni necesita a un hombre a su lado y está claro que Emilio no es lo que es. Sonríe pícaro cuando piensa en esa ducha que compartió con Juanfra.
--lástima que con él no pudo ser...
Por un lado le gusta que alguien siente todas las cosas que le está diciendo Emilio pero del otro le incomoda porque no lo puede corresponder. Toni mira la carta. Sonríe:
--¿¿y que se supone que tengo que hacer yo si no me ha puesto como ubicarlo?

Emilio en su casa da muchas vueltas a todo lo que ha pasado con Toni.
--¡¡mierda¡ ¿¿y como me va a buscar?
Se levanta alterado. Emilio pretendía que Toni lo fuera a buscar ya que él jamás se atrevería a mirarlo a los ojos de entrada después de lo que ya sabe. De repente Emilio tiene un mal pálpito.
--¡¡no... no puede ser...¡
Va a su bolsa. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡Mierda¡
Se dejó el trabajo en casa de Toni.
--¡¡no puedo volver¡
Emilio siente mucho miedo de ver a Toni pues no sabe cual era su reacción. Hubiera preferido que él lo buscara porque de no hacerlo Emilio ya sabía que se lo tenía que tomar como un no. Emilio está muy angustiado.
--¡¡no... prefiero perder el curso, prefiero no recuperar el trabajo¡
Emilio siente mucha vergüenza de estar de nuevo frente a Toni, siente miedo porque no sabe qué le dirá este. Se reclama así mismo:
--¡¡maldita sea¡ ¿¿porqué tuviste que escribir esa carta?

POr otro lado, Toni se ríe cuando descubre la carpeta que olvidó Emilio. Es el trabajo.
--conociéndolo no lo hizo aposta.
Toni sonríe. Emilio que siempre espera que todos lo resuelvan los problemas a ver como resuelve esto. Toni sonríe divertido aunque con cariño.
--Me gustará ver la cara que pondrá Emilio cuando esperando que sea yo quien dé el primer paso me tenga que buscar...
Toni sonrie, está seguro que Emilio ya se arrepintió de dejarle la carta y lo pasará mal a la hora de dar la cara ante él. Más tranquilo Toni se va a la cama. El que no puede dormir nada es Emilio. Los nervios lo están carcomiendo. Son muchas cosas la que se le pasan por la cabeza y ninguna buena. Piensa en que si Toni destruirá el trabajo y lo golpeará cuando vaya a buscarlo, que si Toni se reirá de él, que se lo tirará por las escaleras... con ternura recuerda lo guapo que estaba Toni sin camisa. Lo rico que sintió cuando esté se acercó a él con mucho cariño pero no puede creer que sus sentimientos de  amor vayan a ser correspondidos.
--¿y entonces para qué le dejaste la carta?
Emilio apenas duerme en toda la noche, la pasa muy angustiado. Es temprano por la mañana cuando Emilio está en casa de Toni. Piensa si tocar al timbre, si dejar que se pierda el trabajo. Con los ojos cerrados toca y se santigua.
--¿¿quien?
La voz de Toni se le clava muy adentro. Está temblando, no sabe qué hacer.
--¿¿¡quien??¡
Toni se está molestando y con un hilo de voz, Emilio le dice:
--Emilio... es que me dejé...
Toni no lo deja seguir, le abre la puerta. Emilio está nervioso.
--muy simpatico no fue...
Sube por las escaleras para relajarse un poco, para darle tiempo a Toni a calmarse.  Piensa que si la primera reacción de Toni fue la de partirle la cara confía que al darse un tiempo se relaja. Toni sonríe ante la inminente llegada de Emilio.
--a ver con que me sale..
Toni espera a Emilio en la puerta.
--¿porque has subido por las escaleras?
Emilio le sonríe timido:
--me dejé el trabajo.
Emilio se nota nervioso, balbucea.
--pasa.
Toni se muestra normal. Va en ropa de sport. Se ve tan guapo. Emilio lo mira con deseo. Y con miedo, aunque también está sorprendido. No puede creer que después de la confesión que le dejara escrita actue como si nada. Los dos se miran fijamente en silencio. Toni le sonrie con ternura. No le piensa decir nada. Emilio se estremece.
--me deje el trabajo... --dice Emilio nervioso.
Toni sonríe:
--si claro. yo no toqué nada. Estará en el escritorio. Estaba tan cansado que dormí en el sofá. Ni me he acercado a la mesa.
--ah no?
Emilio se decepciona. Después de la noche que ha pasado le da pena que Toni no sepa de sus sentimientos.
--¿es que ocurre algo? ¿tienes mala cara?
Emilio fuerza una sonrisa:
--no nada... Recojo el trabajo y me voy.
--como quieras, no tengo prisa.
Toni se muestra cordial, se da cuenta del dolor de Emilio. Éste llora de rabia al ver que la nota está en el mismo sitio dónde la dejó. Por un espejo que hay en frente Toni ve el llanto de Emilio y le conmueve. Toni se acerca a Emilio en el momento que este oculta la carta en su puño. Toni le sonríe, le acaricia la cabeza mientras muy fraternal le dice:
--que voy a hacer contigo.
Toni habla con mucho cariño. Emilio no sabe que pasa. Toni le agarra del puño y le saca la carta. Con una sonrisa pero regañon le dice:
--otro dia que me quieras decir algo me lo dices a la cara.
Emilio está pálido. No sabe qué hacer. A Toni le produce mucha ternura. Le pone las manos en las mejillas, Emilio tiembla.
--ven acá --dice Toni con afecto.
Toni lo estrecha entre sus brazos. Emilio se queda frío. Con timidez empieza a tocarlo. Es un sueño, se dice. No puede creer que Toni esté siendo así con él. Toni le sonríe. Los dos se miran. Toni lo acaricia en la mejilla:
--¿cuando vas a crecer? --le dice con cariño.
Emilio lo mira tímido. Toni con mucha ternura roza los labios de Emilio con los suyos. Le emociona la impresión de Emilio ante su primer beso, parece como si le fuera a dar algo.


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