Emilio está feliz después de su cena con Toni. Éste lo mira resignado. Resopla.
--creo que va a ser muy dificil que cambies., supongo que aún te queda mucho por crecer.
Emilio lo mira ofendido:
--¡¡no me trates como un niño porque no lo soy¡¡
Toni le sonríe:
--ah ¿no? pues no te comportes como tal.
Aunque Toni le habla con ternura a Emilio le molesta mucho que lo traten como si fuera un niño pequeño. Casi lloroso, Emilio se queja:
--¿¿es que crees que soy tonto??
Toni lo mira fraternalmente, le acaricia la cabeza.
--claro que no. No pongas en mi boca palabras que yo no he dicho.
Emilio se levanta molesto:
--¡¡no quiero que me trates como si fuera tu hermano pequeño¡
Esos gestos que ternura que antes le encantaba ahora molestan a Emilio porque se da cuenta que Toni no lo está mirando como hombre sino como a su hermano menor y eso es algo que le duele. A Toni le produce mucha ternura Emilio pero ni siente el amor ni mucho menos atracción. Le acaricia las lágrimas de Emilio:
--¿y ahora se puede saber porque estás enfadado conmigo?
Toni le sonríe y lo acaricia con cariño. Emilio solloza:
--no soy un niño pequeño, he vivido mucho.
El comentario de Emilio hace sonreir a Toni, a Emilio le molesta que Toni se ría de él aunque no es por burla sino de cariño. Aunque Toni cree que Emilio tiene experiencia en el terreno sexual, eso no le ha borrado la inocencia que aún tiene. Si a Toni ese joven le provoca tratarlo como si fuera un niño pequeño es porque así ve Toni que se comporta pero ya que se da cuenta que le duele pues tratar de ayudarlo a cambiar un poco pero sin ofenderlo.
--Emilio, ser adulto no tiene nada que ver con que borracho te hayas acostado con el que sea o se la hayas podido mamar a tu primo.
Emilio siente que le echa en cara cosas que le ha contado y le duele. Le recuerda que no es el primero y eso ofende a Emilio, casi lo hunde. Lo hace sentir sucio. Le hace sentir culpa. Rompe a llorar, se sienta en el sofá. Toni resopla. Piensa que estar con Emilio va a ser más difícil de lo que pensó, que se va a tener que armar de paciencia. En cuclillas frente a él Le pone la mano en el muslo. Con mucho cariño le dice:
--mirame...
Emilio le gira la cara. Toni le sonríe. Le acaricia la mejilla y le gira la cara para mirarlo. Con una dulzura que desarma a Emilio Toni le dice:
--¿¿será que podemos hablar como adultos? Si no quieres que te trate como a un niño no te comportes como tal.
--¿¿crees que soy un pervertido? --solloza Emilio.
Toni se ríe pero con mucho cariño:
--¿¿¡porque eres tan extremista?¿¡ ¡¡claro que no¡ No. Lo que digo que no tienes experiencia en la vida. Yo a los 16 no era virgen y la había chupado mucho. Es que por un lado me dices que como yo he vivido más que yo a mi me toca siempre tener la iniciativa. Buscas que te proteja pero te enojas. ¿Que quieres de mi?
--yo sólo quiero que sepas que tú eres especial. Pues me gustaban los hombres. Me hubiera gustado chuparse la a muchos pero contigo no. De ti esperaba otra cosa. En los demás deseaba sexo en cambio tú... eres distinto.
--soy muy feo... ¿eso quieres decir? --le pregunta Toni con mucho cariño.
Emilio está muy sofocado, tiene miedo de decir algo que haga que Toni se enfade con él.
--¡no claro que no... me pareces muy guapo¡
Toni le guiña el ojo.
--pero lo que quiere decir...
Toni interrumpe a Emilio y con ironía le dice:
--¿que no te apetece tener sexo conmigo?
Emilio se queda desconcertado unos segundos. No puede creer que ese chico que ha sido su sueño le esté hablando de eso. Muy nervioso y temblando Emilio le dice:
--bueno... no... si... no sé...
Y Toni sonríe y es que le es imposible no verlo como a un hermano menor.
--yo prefiero no mezclar el sexo aunque quiero que siempre seas sincero conmigo y si algo te apetece me lo digas...
Emilio mira a Toni maravillado, aún impresionado por estar a su lado:
--es que esto que lo siento por ti es tan grande, me da miedo, me da miedo mancharlo... estropearlo. Es lo más grande, lo más puro, lo más vello que he sentido en mi vida.
--wow, no sigas que me la voy a creer y luego no hay quien me aguante --Toni con una dulce sonrisa.
--te amo... te amo...
Toni le besa la mano y lo mira con una gran ternura:
--yo no quiero que te obsesiones conmigo, dejate llevar. No me guste que me idolatres tanto, eso no es bueno.
--tampoco es malo --Emilio tímido.
--para ti sí. Nunca, ya sea por mi, por otro... no debes vivir por otra persona... sino por ti. --Toni muy dulce.
--¿y que hago? --Emilio con timidez-- yo soy así. Cuando amo, no sé amar de otra manera. Tú, mi abuela. Sois lo único que de verdad quiero. No imagino ya la vida sin ti..
Toni lo mira con una mezcla de cariño y compasión:
--y a mi me asustas que me digas que no podrás vivir sin mi porque yo no te estoy prometiendo nada.
--pero tu y yo estamos juntos... yo quiero que sea para siempre --Balbucea Emilio
Toni lo acaricia:
--eso es algo que no depende sólo de ti ni de mi. No pensemos en el mañana, no quiero que tu vida gire en torno mio.
Emilio le dice que lo hará pero Toni sabe que no.
--bueno... ¿¿qué haces mañana? ¿cuando trabajas?¿en la tarde? --Toni
--hay días que por la tarde y otro días por la mañana. Mañana es en la mañana ¿y tú?
--yo trabajo toda la tarde. --Toni.
--que pena --dice Emilio triste-- pero puedo venir en la noche.
--si claro. Nos vemos cuando tú puedas.
--Yo cuando me digas, siempre estoy listo para ti..
Toni se sienta en el sofá. Lo pone la mano en el muslo. Emilio vibra.
--¿y no tienes que preparar tus examenes? --pregunta Toni con cariño.
-- pero ya da igual.
Toni se ríe, con un tono autoritario pero sin estar molesto le dice:
--¿¿como que me da igual?
--Yo ya habia dado el curso por perdido --dice sonriendo tímido-- no pensaba ir a septiembre No me iba a presentar a los exámenes, de haber querido examinarme no habría trabajado. Ahora me sabe mal dejar el trabajo. Además como tampoco tenía nada que hacer podía con las dos cosas.
--¿y porque cambiaste de opinión?
--queria ir a la universidad para estar contigo, con la esperanza de verte ni que sea de lejos. Ya sé que era muy difícil pero almenos esa esperanza tenía.
Toni resopla, no sabe como decirle que no haga las cosas por él. Antes que diga nada, es Emilio quien le dice temeroso:
--no te enfades.
--no me enfado --Toni resignado y hablándole con ternura-- pero si vas a la misma universidad que yo, nos veremos más aunque puedas verme siempre que podamos, entre mi trabajo y la universidad estaré muy liado... almenos si estamos cerca nos podemos cruzar en el campus.
Emilio está feliz, la idea le encanta.
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