viernes, 17 de julio de 2020

Capítulo 9

Emilio pasa las peores navidades de su vida. Siempre se ha aburrido mucho en vacaciones pero es que en esa ocasión no hace más que pensar en Toni. Lo echa de menos. Durante sus salidas con su hermana Ana no le hace más que hablar de él. Lo hace tanto que Ana acaba llamando a Toni el chico aquel. Es en esos largos días sin su amado Toni en los que comienza a escribir. Es algo que nunca pensó hacerlo. Incluso su diario lo tiene abandonado.  Son historias de amor frustradas en dónde los protagonistas siempre son Toni y él. El amor, pero, nunca es correspondido. Emilio siempre ha dicho que ha nacido estrellado y que nunca sería feliz. Que Toni lo amara le parece a Emilio un imposible, un sueño inalcanzable. Para Emilio Toni es como una estrella, la más bella. Y las estrellas nunca se dejan atrapar. Es por eso que ni siquiera en el mundo de la ficción se imagina logrando el amor de ese chico con el que está conociendo el amor y del desamor. Emilio le deja para leer una de sus historias y riendo, Ana le dice:
--tú estás enamorado del Toni.
Aunque siempre ha pesado sobre su hermano la losa de que es gay, Ana no se imagina a su hermano con un chico. Se lo toma en broma. Emilio no se atreve a aclararle que no es broma, que está aprendiendo a amar, que Toni lo ha hecho conocer el amor. Siempre de pequeño tenía la manía de dibujar la letra A. Siempre lo hacía sin saber porque. Cuando estaba distraído y tenía con que escribir, ya fuera sobre papel, la arena, el polvo siempre dejaba una A. Pensaba que la letra A era el nombre del amor que el destino le tenía preparado y finalmente a encontrado a su A. Y no solo una sino cuatro son las A que tiene Toni en su nombre: Angel Antonio Álvarez Antúnez.


En la noche de reyes, Esteban ha acudido a una cita con Toni.
--venga que tengo prisa, que me espera mi familia --dice Esteban que no quiere pasar esa noche de fin de año sin esa mamada que tanto le gusta.
Toni lo mira con amor. Le acaricia el rostro. Esteban está tenso pero no le dice nada porque están en privado pero no le hace gracia. Pero lleva días sin sexo y ya no puede más. Tenía la esperanza de ligar en esas navidades pero no ha tenido suerte y está desesperado para que le hagan un favor. ASí que complace a Toni.
--ya no has querido pasar estos días tan entrañables conmigo esta noche eres mío.
A Esteban le da asco lo cariñoso que es Toni con él pero se aguanta.
--venga, cierra los ojos.
--¿¿que es esta mariconada? --pregunta Esteban muy brusco.
Toni no le hace caso,
--venga, que sólo será un momento.
Toni le tapa los ojos con la mano y Esteban se deja llevar:
--todo sea por la mamada --piensa.
Toni está muy ilusionado. Esteban muy brusco.
--¡¡ya puedo abrir los ojos?¡
--si, ya...
Toni mira a su amigo emocionado. Enamorado.
--¿y esto? --dice Esteban con desprecio.
Es un local decorado con velas, una mesa con toda una cena romántica.
--¿¿que es esta mierda?
Toni cree que la  violencia de Esteban es por que es algo bruto, no porque no le gusten los hombres. Toni lo acaricia:
--ya veo que no eres muy romantico.
la sonrisa, las caricias de Toni lo ponen nervioso a Esteban.
--alquilé este local para que pasemos la noche juntos,  quiero que hoy sea nuestra noche, que sea especial.
Esteban se aparta de él:
--¿¿de qué hablas?
Ve que más allá hay una cama con pétalos de rosa. Mira a Toni con desprecio:
--¿¿que mariconada se te ocurre? ¿qué pretendes de mí?
Toni está muy enamorado de Esteban y no se da cuenta de lo que está pasando. Toni lo abraza:
--ya sé que a ti no te van estos romanticismos pero es mi forma de decirte que estoy enamorado de ti, que me encanta mamártela pero me gustaría más cosas. Quiero que tú también me hagas cosas, quiero hacer el amor contigo.
Esteban, pese a que hay poca luz, le parece ver en una mesita lo que parecen condones. Mira horrorizado a Toni que lo quiere besar. Un apasionado beso de amor y con lengua pero no llega a rozarlo porque Esteban no puede seguir fingiendo más. Le da un empujón que lo tira al suelo:
--¡¡eres un maricon, me das asco¡¡ ¡¡no me vuelvas a tocar o te parto te cara de maricón que tienes¡
Toni mira a Esteban muy herido. Le duele el odio que está viendo en los ojos de él, porque era su amigo, porque en serio está enamorado. Toni se levanta. No quiere reconocer que Esteban no lo quiere de la misma manera que él.
--bueno --dice con un hilo de voz-- si no estás preparado yo...
Esteban no lo deja seguir:
--¡¡Nunca,  óyeme bien. Yo soy normal, no soy un degenerado como tú¡¡ ¡¡jamás debiste pensar en mi para tus vicios asquerosos¡
Esteban se dirige hacia la puerta dejando a Toni muy herido. Le agarra del brazo pese a que Esteban se aparta de él con un asco que lastima mucho a Toni.
--Si tanto asco te doy ¿¿para que dejaste que te la mamara?
--¡¡porque yo no sabía que eras maricón... era sólo diversión entre amigos¡ ¡¡a ti te gusta mamarla y a mí me gusta que me la mamen. Prefiero que sea una chica pero en caso de no tenerla un amigo me puede hacer el favor¡¡ ¡¡tú eres mi amigo y por eso te dejé pero no para que me hablaras de estas perversiones¡¡
Esteban nunca pensó que un hombre le hablaría de amor y está horrorizado. Quisiera matar a Toni, aunque en realidad lo mato con su desprecio:
--¡me das asco, no vales nada¡¡
Toni mira a Esteban con ganas de llorar. Es un dolor que asquea aún más a Esteban.
--¡¡si lo que buscabas era un maricón como tú pues te equivocaste¡¡ ¡¡te debiste fijar en Emilio. Esa loca estaría encantada con tus juegos estupidos.
Toni se siente incomprendido. Apaga todas las velas que tiene encendida con lágrimas en los ojos. Está muy triste. Lo que tenía que ser una noche especial ha sido una decepción más.
--¿es que nunca encontraré a quien hablarle de amor? --se pregunta el guapo chico con resignación.
Toni se va del lugar con una herida más en su alma, con otra historia de amor que no ha podido vivir, con otro chico que sí apostó por el juego sexual pero no por el amor. Lo que también le preocupa es que Esteban es su compañero y  no le gustaría que todo el mundo supiera que le ha ocurrido. 1, le da vergüenza que alguien sepa de esta noche. 2, le da miedo ser rechazado por homosexual


A Emilio,  el hecho de haberse enamorado de un chico dando la razón a quienes lo llamaban maricón (si amar a Toni es ser maricón está encantado con serlo) y que sus estudios estén por el suelo (pese a que siempre han sido lo primero) por estar solo pensando en Toni le da igual. Los estudios siempre ha sido su vida. Ha luchado por ser el que mejores notas tiene para que no se rían más de él, en cambio, para sorpresa de todos, ha suspendido casi todas. Y es que desde que comenzó el curso en su mente sólo hay una cosa: quiere ser feliz. Está cansado de su soledad, de que solo tenga a su abuela que lo apoya. A no tener alguien que le haga sentir especial. Amor. Eso es lo que busca. Que lo amen.  Quiere ser feliz de verdad. En el fondo siempre supo que su destino era los hombres y ahora por fín ese príncipe azul que desea que lo ame y que lo proteja ya ha aparecido. Su felicidad, su destino tiene un rostro y un nombre: Toni.  Emilio sigue pensando que está demasiado alto para él, que nunca estará a su altura, que es imposible que alguien tan especial como Toni puede fijarse en él pero es esa ilusión la que lo mantiene vivo. Es esa ilusión la que le ayuda a pasar lo que son unas largas vacaciones en su ausencia. Emilio llega a clase feliz. ¡¡por fin verá a Toni¡ ¡¡le parece que hace años que no lo ve¡¡.  Emilio y Toni se encuentran en la entrada. Emilio suspira enamorado. Toni le sonríe. Emilio se derrite. Para sorpresa de Emilio, Toni le extiende su mano y ambos se las encajan. Para Emilio es como un sueño. Nunca pensó acercarse tanto al chico que ama. Es como un sueño. Siente que su corazón se le va a salir del pecho. Toni siente ternura por Emilio, pero jamás podría tener nada con él. No es su tipo. Le da pena que esté tan solo. Lo ve como a un niño. Muchas veces se le puede ver por los pasillos hablando solo. Le da pena pero siente que Emilio es una persona complicada y tampoco está seguro que querer comprarse ese problema. Toni y otra chica sonríen viendo llegar a Emilio.
--este siempre hablando solo, me da una pena... No sé si es que está loco o muy solo --dice Toni.
Cuando se acerca a ellos, Emilio no entiende de qué ríen pero le gusta la sonrisa de Toni, que con mucho cariño le toca la espalda. Emilio siente que va a explotar de tanta felicidad. El hombre que ama, el que lo hace vivir, el que ha extrañado en todos esos largos día lo ha tocado ¡¡y dos veces¡¡ Esa misma tarde, sobre su cama empieza a escribir todo lo que siente. Es una carta de amor que decide que le meterá a Toni entre sus cosas. Desea por primera vez luchar por su felicidad. Quiere que Toni sepa lo mucho que lo ama.

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