--¿¿qué pasa? No es la hora --pregunta la profesora de literatura.
La mujer es rebelde y no le gustan este tipo de cosas. Es por eso que nadie se atreve a decirle nada. Va siguiendo con su clase pero Esteban algo tímido dice:
--es que hay que hacer un minuto de silencio.
Aunque a la profesora no le parece tampoco quiere que le digan mala. Juanfra no está dispuesto a seguir con lo que considera una hipocresia. No cree que así se solucione nada y no está dispuesto a dejarse dominar. Así que ante el estupor de todos sus compañeros Juanfra le hace una pregunta tras otra a la profesora con lo que queda roto el minuto de silencio. Aunque son ellos dos los únicos que lo rompen. Toni mira molesto a Juanfra. Emilio mira a Juanfra con odio. Le parece muy prepotente y no entiende como alguna vez pude decir que es guapo, como una vez se sintió atraído por él. En realidad le sigue gustando mucho. Después de la clase, muy molesto, Toni se acerca al pupitre que comparten Juanfra y Carlos.
--¿¿tú de qué vas?¡¡ --le dice Toni muy molesto.
Con su prepotencia habitual, Juanfra dice:
--¿¿qué problema tienes tú?
--¡¡es que si tan a favor estás de la guerra qué haces aquí que no estás en el frente¡
Los dos hablan muy alterados:
--¡¡yo no voy a permitir que te quieras hacer el héroe conmigo¡ ¿¿¿tú que te crees que por ir a una manifestación y por hacer un minuto de silencio ya estás salvando al mundo¡ ¡¡¡despierta chaval... a los políticos les importa una mierda lo que hagáis¡ ¡¡¡así que si tú quieres seguir jugando al héroe es tu problema pero a mí no me metas.¡ ¡¡A mi no me va eso de lavarse las manos con una manifestación. Así somos buenos, así ayudamos a la guerra.¡ ¡¡¡anda ya¡
Los dos guapos y con madera de líder de la clase se miran muy enfrentados.
--¡¡está bien --dice Toni al grupo-- ¿¿quien está conmigo y quien con él?¡
Todos se van con Toni. Juanfra se le ríe:
--¡¡yo no necesito que nadie me siga¡ ¡¡eres patético.
Toni cree en lo que hace y le emociona que la clase haya dejado solo a Juanfra. Emilio lo ve como una humillación para Juanfra y disfruta con eso. Lo mira con odio, aunque en realidad aprovecha para mirar ese cuerpo que tanto le gusta.
--¿¿qué miras, maricón? --le dice Juanfra.
Emilio se va molesto. Le ha dolido el desprecio de Juanfra. Lo ha ignorado siempre pero nunca lo había tratado mal.
En el ayuntamiento, todo el grupo se sienta al alrededor. Esteban en el centro con una guitarra canta una canción a la paz "hey amigo mio...". Toni que está en la otro punto sonríe a Emilio con cariño. Es un gesto que a Emilio le sorprende, pero le fascina. El grupo luego va hacia el edificio militar de la ciudad, ahí donde los jóvenes tienen que ir por los asuntos del Servicio Militar. Sentados en el suelo de modo que se dibuje el símbolo de la paz. Es Esteban quien alza una bandera blanca con ese mismo símbolo. Toni y Emilio están también separados, Toni le guiña el ojo. Emilio se derrite. Los simples gestos de Toni hace que Emilio no se sienta tan solo y que en vez de frustrado se vaya a su casa contento, con un buen sabor en su boca.
Manifestación tras manifestación llega la última. Es más a lo grande. Todos deben llevar una brazalete blanco. Toni lleva el suyo. Emilio se pone el suyo.
--¿tienes otro? --le pregunta Carlos a Toni.
--no, debiste traerlo
En realidad Emilio llevaba dos por si su amado no tenía hacerle el favor así que se lo da a Carlos. El guapo compañero de Juanfra se lo agradece con una sonrisa. A Emilio le gusta que un guapo lo trate bien.
En un momento dado todos lanzaran globos blancos. Toni le da unos cuantos a Carlos y cuando le iba a dar otros a Emilio éste dice:
--No, ya llevo.
Toni le sonríe:
--eres un chico preparado y eso me gusta.
Emilio suspira enamorado. En seguida Toni se dispone a pintar el signo de la paz en la cara a todos los que se dejen. Él ya lo lleva. Ocupa toda la cara. Carlos es el primero. Luego busca su segunda victima. Esteban y Kylian se niegan. Entonces Toni ve a Emilio tan a su lado, tan dispuesto... A Emilio le dolía que no pensara en él. Aunque no le hacia gracia lo haría si Toni se lo pidiera. En realidad no se lo pide. Ya lo da por echo. Emilio suspira. En realidad es porque le duele haber sido usado sólo de comodín. Muy fraternalmente Toni le dice:
--ya sé que cuesta...
Emilio está muy nervioso. Tiene tan cerca a Toni, lo acaricia, lo toca. Para Emilio es como un sueño. Por vivir ese momento no le importaría nada. Lo único que falla es que le gustaría que hubiera una cámara de fotos para inmortalizar esa escena junto a Toni. Le gustaría mucho tener una foto de su gran amor y más si se trata de un momento de tanta "intimidad". Emilio se siente solo en la manifestación. Acaba en primera fila. Sin estar en medio no se sienta tan mal. Para su sorpresa a la mitad llega Toni para agarrar la pancarta. Les queda un gran camino que recorrer carretera arriba hasta llegar a su destino. Pasan mucho rato juntos el uno al lado del otro. Emilio lo mira enamorado pero sin hablar. Emilio rompe el silencio para decirle (para decir algo) que se ha mirado al espejo y le queda muy bien el dibujo. Toni no le dice nada. Emilio está demasiado excitado teniéndolo al lado para molestarse. El chico es muy guapo y él lo tiene a su lado. Podría tocarlo y de hecho Toni no podría impedirlo porque tiene las dos manos ocupadas. Han salido de una plaza centrica, han recorrido todas las calles principales del centro para acabar en el parque de la ciudad. Se sientan en el parque. Emilio a su lado. Se hace una lanzada de globos. Emilio piensa que le hubiera gustado tener uno de Toni pero piensa que estuvo bien lo que le dijo. Todos se levantan menos Toni. Se queda un buen rato en el suelo como esperando que alguien lo ayude a levantarse. Almenos eso es lo que cree Emilio pero a él le da vergüenza ofrecerse.
--¿me ayudas? --le dice Toni a Carlos.
A Emilio le duele que Toni no se lo haya pedido a él. En realidad Toni esperaba que fuera Emilio quien tomara la iniciativa.
Las conflictos pasan y todo vuelve a la normalidad. Aunque ha sido por un motivo triste, Emilio ha vivido esos momentos con Toni con mucha intensidad. Lo ama más que nunca, ahora sólo le falta encontrar de nuevo el valor para confesarle que lo ama a través de una carta anónima que tiene guardada entre sus libros como su mayor tesoro. Toni es guapo y aunque a veces sus comentarios asuntan al tímido Emilio es muy simpatico y divertido. Le encanta como en clase de lengua hace sonoros los puntos suspensivos y lee como once un dos en número romances. Emilio lo ama en silencio, es un amor que le quema por dentro, que desea gritarlo pero que no se atreve. Toni también se cansa de tener que ser él quien siempre haga las cosas. Le cae bien Emilio y no le importaría estar más cerca de él pero tampoco quiere estar con alguien que no le aportaría nada, que sólo quiere recibir, que cree que tienen que ser los demás los que hagan las cosas. Emilio trata de vencer su aislamiento y acercarse a Toni. Se la pasa mucho con él pero no le dice nada. En los últimos días, Toni está llevando gafas. Así que mientras esperan para entrar en el aula, le pregunta:
--¿como es que llevas gafas? No las tienes que llevar siempre ¿no?
Emilio se siente muy orgulloso de su hazaña. Toni le sonríe y le dice:
--No, sólo tengo unas décimas de dióctrias. Las tengo que llevar sólo para leer, pero yo pasó de estar todo el rato quitándomelas y poniéndomelas.
--yo tengo casi 3.
--tienes bastantes más que yo
Emilio siente que el corazón se le va a salir del pecho. Está feliz de estar junto a su amado
Mientras, Ana entra en el lavabo. En esa misma planta. Saluda a su hermano ya que el lavabo está casi en frente. Ana se queda de piedra al ver a Juanfra haciendo pis.
--hola, preciosa... pasa..
El la mira muy sensualmente.
--este es el lavabo de chicas.--dice ella tímidamente.
Juanfra le guiña el ojo. La mira con cara de lobo hambriento.
--mejor para ti ¿no?
Juanfra nota el deseo de la adolescente, le gusta el culo. además se le ve claramente el pene entre los dedos. Ana se da la vuelta. Juanfra con cara de depravado dice:
--yo sé que te apetece mirar... mira...
Ana siente un calor que se apodera de ella. Se iba a ir, con los pantalones desbrochados, Juanfra alcanza a la joven.
--no te vayas... sé que te gusto... Vas a vivir la mejor experiencia de toda tu vida, te lo juro --dice él con mirada libidinosa.
Ella lo mira y queda atrapada en los ojos de él. No sabe bien como pasan las cosas pero se encuentra encerrada en el baño y dominada por Juanfra que le besa los pechos y le penetra. Ella emite un pequeño grito. Juanfra siente un gran placer a saber que es el primero. Es un polvo muy rápido del que Ana apenas se entera. Mientras Juanfra la mira con cara de depravado y le dice burlón:
--y ahora vete a clase y si te he visto no me acuerdo que tengo novia que sí se hace respetar. No es una puta como tú.
Ana se va llorando avergonzada. Juanfra se ríe. Emilio ve salir llorar a su hermana. Le da mala espina ver salir del baño a Juanfra con cara de depravado y abrochándose los pantalones. A Carlos le sorprende su cara de gusto.
--¿qué te pasa?
No muy alto pero si lo suficiente para que lo oiga Emilio y Toni, Juanfra dice:
--dessvirgué a una puta de primero, la que acaba de salir.
Emilio se pone como loco:
--¡¡maldito., es mi hermana¡
Juanfra se ríe de él:
--menuda pareja, la puta y el maricón.
LLoroso Emilio trata de pegarle un puñetazo. Carlos y Toni miran con reproche a Juanfra. Juanfra se ríe porque sólo con un empujón lo tira al suelo a Emilio. Se ríe de él.
--No te pongas así. Nadie se tiene que enterar que tu hermana es una puta, estamos entre amigos.
Carlos ayuda a Emilio a levantarse. Toni se acerca.
--te has pasado --Toni a Juanfra.
--Yo no tengo la culpa que esa niña sea una regalada y eñ hermano un maricon que tiene celos porque no me he acostado con él pero yo odio a los gays. Es un enfermo.--dice Juanfra riendo.
Emilio llora de rabia. Toni está muy decepcionado. Juanfra es un chico muy guapo y le duele que sea así. Tiene ganas de gritar que él también es gay.
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